¿Cómo sobreponerse a obstáculos y nunca rendirse?

Amy Purdy hablando sobre motivación.

Amy Purdy perdió sus piernas a los 19 años debido a una sepsis causado por una meningitis. Desde ese día, el mundo como lo había concebido cambió por completo. Sin embargo, prueba de su fortaleza fue que a los 7 meses después de ser diagnosticada con 2% de probabilidad de vida, aprendió a andar en snowboard. Al poco tiempo en una competencia quedaría en tercer lugar.  Ahora es escritora, conferencista y actriz, además de atleta paraolímpica. ¿Qué tiene que decir Amy Purdy sobre no rendirse?

Visualiza lo que quieres

En su charla de TEDx Talks, Amy dice que en los momentos que sentía haber perdido el control sobre la vida, se hacía esta pregunta: “si mi vida fuera un libro y yo el autor, ¿cómo me gustaría que fuera la historia?

Al visualizar una idea como si fuera real, creó la pasión y fortaleza para moverse hacia donde quería. Cuando tienes una visión fuerte de lo que quieres lograr, tendrás la fortaleza para seguir adelante a pesar de los obstáculos.

Las circunstancias pueden traer oportunidades inesperadas

Al perder sus piernas a los 19 años, entró en depresión. El sueño de dominar el snowboard parecía que se había esfumado. Al principio parecía que se habían cerrado puertas, pero al contario se abrieron. Al poco tiempo, entró a los juegos paraolímpicos donde ganó la medalla de bronce y se hizo escritora de un libro best seller.

Deja ir tus preconceptos de cómo llegar a tus objetivos y permítete aceptar la singularidad de tu camino.

Entiende tu por qué

Al traspasar todas las adversidades, Purdy se dio cuenta de que si tu por qué es lo suficientemente claro, el cómo será fácil de resolver. Sin la movilidad del tobillo y siendo la primera paraolímpica con doble amputación, los obstáculos la obligaron a ser creativa.

La inspiración provee lo requerido para motivar comportamientos. Seguir con una buena actitud ante los desafíos es esencial para el éxito.

No hay mal que por bien no venga

Con sus partes biónicas, Purdy ahora puede esquiar todo el día sin que se le enfríen los pies. Las piernas prostéticas la dejan decidir qué tan alta quiere ser y puede cambiar de pies en vez de tener que cambiar la talla de los zapatos.

Siempre hay un lado positivo. Sólo tienes que recordar buscarlo.