¿Por qué algunas personas son exitosas y otras no?

IQ, EQ y AQ, los índices que pronostican tu éxito.

Desde que en 1912, William Stern acuñó el término IQ en la Universidad de Worclaw, los científicos han tratado de determinar un estándar que nos ayude a predecir el éxito que tendrá una persona. Se trata de una excelente herramienta si quieres contratar a alguien o incluso medir tu progreso conforme avanzas en la vida.

¿Qué es el IQ o Coeficiente intelectual? Es un índice que toma la cantidad de preguntas acertadas del examen versus la edad que tienes. De esta manera se mide tu desviación estándar contra la  media de la cantidad de respuestas correctas de tu edad y año en el que tomaste el examen.

En teoría, las dos terceras partes de la población tienen 15 puntos más y menos de 100. Dos terceras partes de la población (66%) se encuentra entre 85 y 115: el 12% tiene entre 115 y 125, el 12% aproximado tiene entre 75 y 85 y el 5% está arriba de 125, mientras que otro 5% está por debajo de 75. Cada tanto, por consenso se ajusta la media a 100, ya que cada década ha aumentado por 3 puntos desde los años 30s.

El IQ ha sido muy utilizado para asignar posiciones a las personas en las empresas o incluso para cuando se encuentran por debajo, recomendar colocarlos en clases especializadas.

La inteligencia cognitiva definida por Ken Wilber, autor de varios libros y quien recalcara la idea de filosofía integral donde ha estructurado en un mapa las diferentes estructuras mentales al resumir el trabajo de psicólogos de desarrollo, es la capacidad de percibir una realidad coherente a los hechos, de tal manera que actuemos de acuerdo a las leyes que la rigen y así obtener los logros que nos proponemos.

Dicho de otro modo, entre más entendemos la realidad objetiva y las leyes que la crean, más capacidad tenemos de crear y controlar la realidad.

Sin embargo, la inteligencia cognitiva no es la única inteligencia existente, ya que de acuerdo con la misma teoría integral de Ken Wilber, la realidad también tiene aspectos subjetivos: los emocionales y cómo percibimos a nivel individual la realidad. Comprender este aspecto dentro de nosotros y en los demás es un tema que Michael Beldoch publicó en un artículo, pero que fue popularizado por Daniel Goleman en su libro Inteligencia Emocional, publicado en 1995.

Tener la capacidad para distinguir y categorizar las emociones internas y en los otros apropiadamente, además de utilizar esta capacidad para discernir y tomar decisiones más adecuadas, sin duda es una capacidad indispensable en una sociedad interdependiente, una característica que facilita la gestión de equipos de trabajo y/o empleados.

Entonces podemos decir que mientras que el IQ mide la capacidad de cognición de las leyes físicas que gobiernan el mundo, el EQ mide la capacidad de comprender las realidades subjetivas y percepciones de los individuales.

El AQ, concepto creado en Coeficiente de la Adversidad de Paul Stoltz, habla del coeficiente de resistencia a la adversidad. Aunque tengamos la capacidad de entender nuestras emociones y comprendamos por qué las cosas no salieron como habíamos pronosticado, necesitamos la capacidad para mantenernos ecuánimes.

Es por esto que el coeficiente de adversidad es también un buen punto a medir para saber quién tiene la capacidad de perseverar, que como imaginamos es importante en el momento de emprender un proyecto, dirigir una organización o una nación.

Los índices, por supuesto, son un indicador de la probabilidad que uno tiene ante algo. Lo esencial, me parece, es analizar qué puntos tenemos fuertes y sobre cuáles debemos trabajar.